EL TOKYO MÁS TECNOLÓGICO

Tokyo, 22 de octubre de 2013

Tan sólo nos quedan dos días en Japón. Poco a poco nuestra Ruta del Sol Naciente va tocando a su fin y nuestro ambicioso plan de visitas y turismo va siendo cumplido.

Hoy nos lo tomamos con algo más de calma... Aunque nos levantamos sobre las siete de la mañana, hasta casi las nueve y media no nos pusimos en ruta después de haber desayunado en un Starbucks cerca del hostel.

Hoy era nuestro primer día sin el Japan Railpass así que decidimos ir andando a todos los sitios que pudiéramos. Nuestra primera parada era el parque de Ueno, a una media hora andando de nuestro hostel. 

En sí Tokyo es una ciudad bastante fea... Edificios altos, cables a la vista y líneas de metro no soterradas son la foto a cada momento. De hecho para cruzar al parque de Ueno tuvimos que dar un buen rodeo porque no había forma de cruzar las vías del tren por ningún sitio visible.

El parque de Ueno es bastante grande y en su interior alberga varios museos, el zoológico y un gran lago. Hay artistas callejeros y algún templo que no merece mucho la pena después de haber visto ya varias decenas bastante mejores. Su extensión será algo mayor que el Retiro. Quien espere un cuidado jardín japonés aquí se llevará una decepción. Ueno es un parque normal.

Callejeando desde el parque llegamos al barrio de Nippori, donde se encuentra el cementerio de Yanaka. Realmente está bastante cerca de Ueno y es muy fácil llegar.

Este barrio tiene varios templos antiguos y sobre todo el famoso cementerio. Aquí las tumbas son una especie de obeliscos con inscripciones acompañadas de unas tablillas alargadas que no sabemos muy bien que significa.

El paseo por Yanaka fue tranquilo. El cementerio está lleno de cuervos negros preciosos que dan un aire tétrico al lugar. Con lo que les gusta a los japoneses Halloween, con este lugar tienen que estar encantados.

Desde Yanaka seguimos andando por diversos barrios con mucha tranquilidad, disfrutando de Tokyo (todo lo que se puede disfrutar claro, ya que la ciudad no es gran cosa). Llegamos a una nueva zona de hoteles del amor pero en esta ocasión no entramos a verlos. Se veían más cutres que los de Shibuya la verdad, eso sí con un precio estupendo. La verdad es que estos hoteles son una buena alternativa si se viaja en número par, para impares la opción es el karaoke, aún más económica. 

Retrocedimos sobre nuestros pasos de nuevo hasta Ueno y de ahí nos pusimos en dirección a Akihabara, el barrio tecnológico y friki de la ciudad. Por el camino encontramos una zona muy animada de compras sin llegar a ser el lugar de las fashion victims que es Shibuya.

A medio camino paramos a hacer una de nuestras últimas comidas japonesas. Sopa de miso, arroz, dumplings y carne por unos 8 euros, gran precio y buena comida.

Poco a poco las tiendas de tecnología se iban sucediendo... Supongo que hace años este barrio sería más interesante, pero ahora mismo en todo el mundo tenemos iPads, cámaras Sony y gadgets varios... Además las tiendas tienen un cierto aire "cutre" que hacen que aunque sean productos de primera mano no te inciten a comprarlos. Los precios, a excepción de las cámaras, muy similares a los españoles. No merece mucho la pena comprar nada.

Aún así el paseo por la avenida sí merece la pena. Los edificios están decorados con grandes carteles de manga y las luces de las publicidades iluminan la ciudad. Aparte de la tecnología hay tiendas de manga. Para los entendidos suponemos que será un paraíso.

Hay algunas tiendas que venden pequeñas figuritas de 2-3 cm de alto y cromos de chicas reales que los japoneses deben de coleccionar... Es como los cromos de las guarrillas que te dan en Las Vegas pero bastante menos subidos de tono, aunque también con posturas sugerentes.

El muñeco de Line, tanto el oso como el bicho blanco, también triunfan bastante. Por cierto aquí no juegan a Candy Crush juegan a un puzzle similar pero con unos hexágonos... Todo el mundo está en el metro con ello.

Lo mejor fue nuestra visita al pachinko con momento friki de fotomatón incluido. En el fotomatón puedes elegir el tipo de piel que quieres que te salga y la iluminación. Una vez hecho, sólo queda posar cual modelo en un box donde te sacaran cinco fotos. El siguiente paso es customizar las fotos con stickers y por último recoger el resultado. Acabas con una cara bastante japo. Aquí  el resultado.

Por último comentar el rollo pervertidillo de estos japoneses. En las tiendas mangas tienes plantas completas donde puedes montarte tu propia muñeca con todos sus complementos y ropas. Por supuesto la sección con más variedad de ropa es la ropa interior. Ahora todos pensaréis que tampoco es para tanto, que en que se diferencia eso de nuestras mariquita Pérez pero en 3D y en cierto modo es cierto. La cosa viene cuando en estas plantas ves que los clientes no son niñas de 9 años sino hombres de más de 40 con traje.

Si a esto unimos que en las calles te dan publicidad chicas vestidas de colegialas guarrillas que acabarán de cumplir 18 años y se puede comprar merchandising como almohadas con la foto de una chica impresa y relieve en sus pechos, nos queda muy claro, los japoneses son unos pervertidillos.

De Akihabara nos fuimos al hostel ya agotados. Quemamos nuestro penúltimo día en Tokyo. La ciudad en sí no es bonita, pero la locura japonesa acaba enganchando. Mañana pondremos fin a la Ruta del Sol Naciente y comenzaremos nuestro viaje de vuelta.