sábado, 19 de octubre de 2013

A LOS PIES DE LOS ALPES JAPONESES

Takayama, 19 de octubre de 2013

A las 7 de la mañana estábamos de nuevo en pie para aprovechar y volver a ver la isla de Miyajima. Como el ferry es gratuito con la tarjeta del Japan Railpass, queríamos ver la isla de nuevo a la luz del día. Antes disfrutamos por fin de un desayuno en condiciones en el hotel con café, zumo, tostadas y salchichas. 

A las 8 cogíamos el ferry, a estas horas éramos los únicos turistas. Muchísimos más ciervos estaban en la parte baja del pueblo y la tranquilidad era la reina del lugar, Tras hacernos nuevas fotos en el Torii, decidimos dar un paseo por el pueblo y subir por alguna de las rutas que llevan a los templos superiores. A las 9:30 estábamos cogiendo el ferry de vuelta.



Tras recoger nuestra mochila emprendimos un viaje de 6 horas en tren que nos llevaría tras tres intercambios hasta Takayama, uno de los lugares más importantes de la ruta de los Samurai. De Miyajima cogimos un tren a Hiroshima, de ahí uno a Shin-Osaka, de Shin-Osaka uno más a Nagoya y por último uno de Nagoya a Takayama.

Vamos una nueva gymkhana en toda regla, aunque cada vez vamos teniendo más trucos a la hora de encontrar el andén correcto en las estaciones. Cuando uno llega con 15 minutos para hacer el intercambio de trenes a una estación con 30 o más andenes donde todo está en japonés, el ingenio se agudiza. Viendo las horas de salida de los trenes se puede encontrar fácilmente, es decir, si un tren sale a las 12:44, hay que buscar esa hora en los paneles y seguramente la plataforma que aparece junto los ilegibles caracteres, sea de la que sale nuestro tren. Los números al menos los escriben igual que nosotros. Por supuesto una vez en la plataforma lo mejor es asegurarse preguntando a alguien que siempre intentan ayudarte y con gestos hacen por entenderte.




Los baños de los trenes están a la altura de los del resto del país: limpios, espaciosos y hasta con sensores para tirar de la cadena o bajar la tapa del water. Llegando a Takayama el paisaje se torna espectacular. Las montañas y ríos predominan y los bosques frondosos se extienden a ambos lados de la vía del tren.

A las 17:08 (puntualidad de tren japonés) llegamos a Takayama. Lo primero era conseguir un alojamiento dónde pasar la noche, fue fácil. Según salimos de la estación estaba el puesto de información turística donde nos dieron un mapa y nos dijeron los distintos hostels a los que podíamos ir. Nos acercamos a uno que aceptaban el pago con tarjeta y tenían una habitación libre para tres. Era un alojamiento de una cadena, muy limpio y cómodo, de lo mejor que hemos visto aquí y con muy buen precio. La cadena es K's, si alguien viene a Japón ya sabe, además están por todo el país.



Una vez dejadas las mochilas fuimos a la estación a por nuestros billetes de vuelta a Tokyo para el día siguiente y fuimos a explorar la ciudad. A Takayama lo llaman la pequeña Kyoto y la verdad es que en cierto modo se le asemeja. Tiene un barrio similar al barrio de Gion, el barrio de las Geishas de Kyoto, e incluso una calle comercial similar pero en pequeño. En las calles de la ciudad no se puede fumar y está todo muy cuidado. En el centro de la ciudad se exponen algunas de las carrozas que usan para su festival de primavera y otoño, al parecer uno de los más famosos del país.

El paseo nocturno era paz y tranquilidad. Las calles apenas estaban iluminadas por los faroles que colgaban de las puertas de las calles y tan sólo algún coche circulaba por la carretera. Lo disfrutamos muchísimo. El agua del río y los canales pusieron banda sonora a nuestro paseo. Mañana lo disfrutaremos de día.



Lo que tocaba ya era cenar. Entramos en un lugar donde éramos los únicos extranjeros y se comía en el suelo de la forma típica japonesa. Ahí echamos el resto del día entre la comida y las cervezas. También probamos el sake, aunque a Mabel y Encarna parece que no les gustó en exceso. A las 10.30 de la noche estábamos ya de vuelta al hotel. El día de hoy se nos fue entre trenes. Mañana disfrutaremos de Takayama con el día.


1 comentario:

  1. Hola chic@s: que cansancio me entra sólo de veros. Ora un tren, ora un ferry...ora pro nobis...
    Besitos para los tres más guapos de Japón

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